lunes, 17 de agosto de 2009

17 de agosto "San Martín, modelo"

¡Buen dìa! Vivimos tiempos de fuerte crisis moral. La corrupción nos invade. Aunque en distintas proporciones, y exceptuados los niños, todos somos responsables de que se instale y permanezca. Esto, que ya de por sí es malo, se agrava por los esfuerzos que realizan algunos historiadores para "desmitificar" las figuras de los próceres. No estoy en contra de conocer toda la verdad histórica. Me preocupa el ensañamiento que algunos manifiestan al destacar sobre todo" las falencias de nuestros heroes. Insistir en esto es aceptar como irremediable la realidad descrita en Siglo XX, cambalache", del inolvidable Santos Discépolo.

Los buenos ejemplos de vida que nos legaron nuestros próceres-más allá de los defectos y pecados que, como seres humanos, pudieron tener-necesitan resaltarse, para mostrar que fue y es posible otro modo de vivir: en función de los demás, siguiendo una causa noble, con sacrificio personal.

San martín representa un paradigma:

"Habría que pensar profundamente en los ideales que alentaban el corazón de aquel hombre que amó a su tierra, desventurada, imperfecta.

Porque a una tierra nos unen entrañablemente no solo sus virtudes sino, y sobre todo, sus tristezas y precariedades", escribía Ernesto Sábato al respecto. Agregaba:

"Lo suyo fue una verdadera gesta heroica por la liberación de los pueblos oprimidos... En su trayecto hubo de enfrentarse con enemigos poderosísimos; pero nada lo detuvo, y ni siquiera los Andes pudieron finalmente disuadirlo de su desición de liberar a una nación hermana...

Aquella Patria Grande soñada por los libertadores del siglo XIX parecía una romántica utopía. Hoy es una trágica necesidad en medio de un mundo que se desmorona...

Si algo corrobora la magnitud de la causa por la que José de San Martín peleaba, y que lo ennoblece, es su desición de retirarse de cada pueblo que liberaba, entregando a sus verdaderos dueños la tierra que él había recuperado con su sacrificio. Un gesto absoluto de generosidad y de servicio que debía avergonzar a quienes hoy se enriquecen empujando a sus semejantes a la peor de las miseria". ¡HASTA LA PRÓXIMA!


Autor: Padre José Ceschi

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